Te odio a ti, que estás leyendo estas líneas ahora mismo.
Odio al que no las lee porque cree que no son lo suficientemente buenas para él (y razón no le falta).
Odio al que no es bueno con los demás y odio profundamente al que no lo es consigo mismo.
Odio los muertos en vida que sólo se quejan, sin tan siquiera pensar en una solución.
Odio al que tiene una maldita solución para todo.
Odio al que tiene todo y aún así no le es suficiente. No hablemos de compartir...
Odio al que comparte todo, ¡maldita sea, se un poco egoísta!
Odio a los egoístas; a los que por muchos que des jamás te darán nada a cambio.
Odio a los que ofrecen todos sus sentimientos porque esperan ser correspondidos.
Odio a los mediocres. Porque sí.
Odio a los que no odian porque no son tan mediocres como el resto de mortales.
Odio a los que nos dejan porque ya no están.
Odio a los que ya no están porque se han ido.
Odio a los que siempre están de mal humor, ¡sonríe coño, es gratis!
Odio a los que siempre sonríen, ¿qué cojones se han creído?
Odio a los creídos porque solo intentan enmascarar todas sus carencias y debilidades.
Odio a los débiles, todos somos fuertes por dentro.
Odio a los listos porque lo tienen muy fácil en la vida.
Odio a los estúpidos, joder, cada día son más.
Odio a los que jamás han dicho un 'Te quiero', ¡enamórate joder! Perderás la cabeza...
Odio a los que se le caen los 'Te quiero' cada fin de semana tras unos cubatas.
Odio a los que no beben porque prefieren cuidar su cuerpo.
Odio a los borrachos (me odio).
Odio mucho, pero odio el no terminar estas frases...
Odio tanto que tengo demasiado amor que regalar.
Odia mucho y odia bien.
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Hecho con mucho amor.